Turno para una atractiva y entretenida vuelta circular por la Ribagorza, no exenta de cierta exigencia pese a estar por debajo del centenar de kilómetros y que recorre parte de la abundante media montaña que presenta esta parte del Alto Aragón. La he bautizado como Tour del Turbón porque básicamente lo que hacemos es una circular rodeando este famoso y misterioso macizo montañoso de 2.500 metros de altitud, leyenda de brujas y hábitat de osos. Como dato a tener en cuenta, decir que he puesto tanto el inicio como el final en la localidad de Campo, pero también sería una buena opción hacerlo en Castejón de Sos pensando en aquellos que estén por la cabecera del Valle de Benasque.
Ya de salida el recorrido tiende a picar hacia arriba, por buena carretera y atravesando un par de amplios túneles camino de Seira para poco después adentrarnos en el espectacular Congosto del Ventamillo, un cañón en el que hace más de cien años se esculpió una carretera para dar acceso al Valle de Benasque. Hoy en día es una gozada cruzarlo en bici. Tras esto se llega a Castejón de Sos, punto que marca el inicio de la primera ascensión de la ruta, el Coll de Fadas, un bonito "segunda" que tras unos kilómetros por los alrededores de Laspaules empalma de forma curiosa con la cima del Coll de l'Espina y así comenzar el verdadero descenso por su conocida cara este.
Así se llega al pie de Bonansa, algún kilómetro más corto que Fadas pero con mayor desnivel medio. Podría ser el puerto más duro de la jornada. De los de coger tu ritmo y llevarlo hasta arriba. A partir de ahí habrá un largo descenso, especialmente atractivo en sus primeros kilómetros hasta el Monasterio de Obarra, donde acaba realmente el descenso de esta vertiente sur de Bonansa. Después toca cruzar el Valle de Lierp, una zona salpicada de pequeños pueblos en la cara sur del Turbón. En este sentido no se trataría de una ascensión puntuable pero exige de cierto esfuerzo hasta alcanzar el punto más elevado, tras el cual viene un vertiginoso descenso que desemboca de nuevo en Campo, inicio y final de esta vuelta.
Como resumen, estamos ante una vuelta circular de gran atractivo. Por el bonito entorno que nos acompañará todo el rato, por no tener una excesiva dificultad que nos prive disfrutar de la salida y tampoco está de más decirlo, por estar diseñada sobre unas carreteras que llaman a pedalear. Ojo con el tema fuentes, recomiendo llenar bidones en los pueblos ya que no se de fuentes fuera de ellos. También tener en cuenta que se atraviesan varios túneles, algunos en perfectas condiciones como los que hay entre Campo y Seira, y otros que aunque muy cortos, sin iluminar (Túneles de Obarra), por lo que aconsejo llevar luces. Pero no os asustéis, ni por los túneles, ni por las brujas, ni por los osos, a mi no me pasó nada.