La Magia del Grial, cicloturismo prepirenaico

 

El 8 de junio del 2024 quedará en el recuerdo como la fecha de estreno de una nueva marcha cicloturista en suelo altoaragonés. Me refiero a La Magia del Grial, atractiva prueba llevada a cabo por el incansable y siempre comprometido Club Ciclista Oscense y que como no podía ser de otra forma, ha tenido a la ciudad de Huesca como epicentro de la misma. Al estreno acudió quien escribe estas líneas para constatar en primera persona todo lo bueno que proyectaba la cita altoaragonesa desde su anuncio meses atrás. Y la verdad es que no defraudó en absoluto pese a que como es obvio, siempre se encuentran puntos a mejorar tras la celebración de una primera edición. Pequeños ajustes que seguro ayudan a reforzar esa sensación positiva que dejó la marcha entre los 800 participantes que tomamos la salida en esta primera edición.

Sobre el recorrido, que al fin y al cabo es la base sobre la que pivota cualquier evento de este tipo, hay bastante a resaltar. Básicamente señalar que la ruta elegida me parece un acierto, ya que combina bien la distancia, la dureza y los puntos de interés que desde Huesca se pueden unir en una ruta gran fondo que arroja unos 180 kms con unos 2.500 metros de desnivel (113 kms y 1.600 metros la medio fondo). No se dejan nada. Subir las primeras estribaciones del Castillo de Loarre para después circular bajo los majestuosos Mallos de Riglos, luego el espectacular paso sobre el Puente de Hierro del embalse de La Peña y posteriormente la ascensión a San Juan de la Peña, enclave principal de la cita y un rincón ciclista para descubrir, disfrutar, y entiéndase, explotar. Para el final queda el sorprendente paso por el Collado de la Barza, un desconocido puerto que desemboca en la antigua carretera de Monrepós y que ha sido un descubrimiento para muchos.

En cuanto al apartado organizativo hay que destacar la labor del CC Oscense. Sacar de la nada una nueva prueba no es sencillo, más con los impedimentos que suelen encontrarse por el camino, y eso es algo a poner en valor. Problemas de toda índole, especialmente los relacionados con temas de carreteras y seguridad, suponen un quebradero de cabeza para quienes deciden emprender un proyecto como este por lo que es justo un merecido reconocimiento cuando desde la bicicleta se ha visto que La Magia del Grial cumplía sobradamente con las exigencias mínimas que uno espera de una marcha cicloturista, resaltando notablemente la seguridad que se tiene al estar las carreteras cortadas al tráfico. También  hacer especial mención a los voluntarios, que con su trabajo desinteresado y sus ánimos ayudaron de manera sobresaliente a lo largo de todo el recorrido.

Algo parecido se puede decir de la infraestructura elegida como "campo base" de la cita. El Palacio de Congresos de Huesca es puro lujo. Tiene buen acceso para los de fuera de la ciudad, dispone de una amplia zona de aparcamiento, suficiente espacio para ubicar tanto la salida como la meta y un interior climatizado para la comida que tras horas de esfuerzo el cuerpo lo agradece. Sin duda y a mi entender, uno de los pilares básicos de esta cicloturista, este año y en el futuro.

No todo es perfecto, incluso desde la organización ya han apuntado, sin especificar, que hay detalles por pulir para próximas ediciones. Lógico y normal. Sobre el recorrido a mi me pareció un tanto peligroso el paso por Loarre. Bien señalizado pero quizás evitable a no ser que haya un compromiso de mejora del tramo. El otro punto que gustó poco, aunque este inevitable, fueron los kilómetros previos a Rasal. Carretera comarcal de las de antaño, estrecha y mal parcheada. Esto no es una crítica a la organización sino a las instituciones que durante décadas han permitido y permiten que haya tramos de carreteras en estas pésimas condiciones, por otra parte tan habituales en Aragón. Sé que la solución a lo escrito no sale de la prueba pero, y es más un deseo, que la consolidación de esta marcha cicloturista ayude en lo posible a la mejora de estos puntos.

Notable a La Magia del Grial en este su año del debut. No optaría yo por un gran aumento de la participación (un tope de mil estaría bien) y sí por el buen servicio para esos participantes. El éxito y la supervivencia te la acaban dando la calidad y no la cantidad. Desde la organización han tomado nota de esos detalles a pulir, que sumado a la exitosa experiencia de esta primera edición seguro que hacen crecer la prueba en años venideros. Lo más difícil, que es sacarla adelante, se ha hecho, así que estaríamos en disposición de decir que La Magia del Grial ha venido para quedarse en el calendario. Os la recomiendo!!