De vez en cuando las grandes vueltas de tres semanas nos regalan actuaciones colectivas o individuales para el recuerdo, actuaciones que nadie o casi nadie esperaba, tan sólo quienes tienen echado el ojo a algún nuevo talento en ciernes. Esas semanas nos ayudan a descubrir talentosos ciclistas y que de paso luzca el duro trabajo en la sombra que durante meses, años diría yo, llevan realizando de forma silenciosa. Viene a ser lo que le ha sucedido a Pablo Castrillo (Jaca, 2001), la gran revelación de esta Vuelta junto a sus compañeros del también exitoso Kern Pharma.
Ciclista cocinado a fuego lento en la estructura del malogrado Manolo Azcona y en contra de la corriente actual de promocionar talentos en edad junior, la hoja de servicios del altoaragonés a sus 23 años durante estas tres semanas presenta dos victorias de etapa, una de ellas etapón en el Cuitu Negru, y otras dos etapas elegido como el más combativo tras su insistencia en las fugas, esto último un denominador común a lo largo de estas tres semanas. A esto hay que sumar un incansable trabajo en equipo cuando ha sido necesario y puestos de honor en clasificaciones secundarias como la Regularidad (4º) y la Montaña (3º) que estuvo luchando hasta el último día.
Qué ciclista será Pablo Castrillo no lo sabe ahora ni él. Y conviene remarcarlo antes de que el periodismo patrio, siempre ávido de nuevas caras, lo encasille en no se que rol o lo compare con no se que estrella del pasado. Pablo Castrillo será lo que llegue a ser Pablo Castrillo, y punto. Recordando sus dos victorias de etapa, en Cabeza de Manzaneda y en el Cuitu Negru tres días después, es fácil encontrar similitudes entre ambas. Las dos son un ejercicio de resistencia y brutalidad, conseguidas a base de retorcer las bielas desde la fuga por lo que nos hablan de un auténtico cazaetapas incluso en alta montaña, pero bien llevado tiene y puede ofrecer otros registros, ya que por ejemplo, también presenta buenas prestaciones, y con margen de mejora, contra el crono. Tan sólo le falta probarse en las grandes citas continentales contra lo más granado del pelotón, pero eso ya le llegará a partir del 2025 con su nuevo equipo, donde espero yo sepan pulir al enorme ciclista que firman.
Por terminar, no seré yo quien diga que ha nacido una estrella en la figura de Pablo Castrillo, eso sólo el tiempo lo dirá en un deporte tan duro y muchas veces tan poco agradecido como es el ciclismo, pero aquí hay un ciclista con gran motor, con absoluta determinación y alta capacidad de sufrimiento. Y eso en el ciclismo son victorias, ya veremos cuando y donde, pero las veremos.