Indurain y Valverde en la QH 2023



Pasados ya unos días de "lo de Valverde" en la Quebrantahuesos y emitidas opiniones de todo tipo creo que es necesario dar la de alguien que por distintos motivos siente muy de cerca la Quebrantahuesos. Es mi resumida opinión particular sobre una polémica que pienso va más allá de lo sucedido en los puertos pirenaicos y que de no aclararse determinados aspectos se está en riesgo de volver a tener futuras polémicas, sino está ya enquistada y la tenemos cada año, como casi me atrevería a asegurar. Cosas de la fama.



Vaya por delante que ante la disparidad de opiniones vertidas a raíz de la actuación de Valverde yo no me posiciono ni con los que lo critican ni con los que lo alaban. Trato de mantenerme equidistante, algo que en política parece estar mal visto pero que en este caso puede ser un buen refugio. Eso sí, entiendo y respeto las posturas de todas las partes. Al final esto no son matemáticas y seguramente todos tengan o tengamos parte de razón, y es que hay que hilar muy fino para calibrar con acierto los comportamientos de sus protagonistas. Yo de ser Valverde no lo hubiera hecho pero tampoco por eso lo voy a crucificar.



Para mi, y esto no es nuevo ni exclusivo de la Quebrantahuesos, hay un serio problema de lenguaje entorno a las llamadas (seguramente mal llamadas) marchas cicloturistas. Supongo que todos o casi todos, con nuestros matices, coincidiremos en que las marchas cicloturistas deben de ser aquellas en las que no exista un carácter competitivo, en el que la velocidad esté más o menos regulada durante todo su recorrido y en la que en la medida de lo posible todo el mundo llegue a meta juntos. Un espíritu fraternal, una jornada de disfrute del recorrido, de la compañía y que en la llegada no haya tiempos ni premios. La Quebrantahuesos no es eso, pero tampoco lo es ninguna de las cicloturistas a las que he asistido tanto en España como en el resto de Europa. Alguna se acercaba un poco, pero poco. Igual lo que habría que cambiar es el apellido cicloturismo y no la esencia de cada marcha. Cicloturismo es lo que se hace el fin de semana con los amigos, y a veces ni eso.



No nos engañemos ni hagamos trampas al solitario, la Quebrantahuesos es una marcha ciclista competitiva desde sus orígenes en el que una minoría luchan por las primeras posiciones y una gran mayoría luchan contra sí mismos por mejorar una marca y de paso explorar sus límites, está en su ADN, pero la Quebrantahuesos también da la opción de elegir tu propio ritmo y tus aspiraciones, como todas las demás. En definitiva, la Quebrantahuesos, como todas las demás, seguramente ofrece tantas posibilidades como visiones pueda haber más o menos del cicloturismo. Dicho esto y a sabiendas de que la polémica nunca terminará, yo animaría al CC Edelweiss a cambiar algún detalle que quizás sí sería del agrado de la mayoría como por ejemplo eliminar la distinción de categorías y medallas de oro, plata y bronce. Todo el mundo que la completa se merece su trocito de oro.   



Y ya para terminar querría apuntar un detalle que digamos tampoco ayuda, además de ser bastante criticado, y es el tratamiento que desde diversos medios se hace sobre la prueba. En sus páginas hablan de ganadores y vencedores, también de récords. Normalmente para que haya un ganador lleva implícito que haya algún perdedor. No sé, creo que los medios deberían de pulir un tanto sus expresiones, no cuesta tanto y ayuda a dar una mejor imagen del evento, un evento que por otra parte goza de una gran salud pese a las habituales críticas de cada año. Cosas de la fama.


 

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