Samuel en el Tourmalet (Ultimate Pyrenees Pursuit)



Cambiamos en parte de registro y nos adentramos en el escasamente mediático mundo de la ultra distancia para conocerlo mejor gracias a Samuel Porcel, un ciclista natural de Larués (Jacetania) que en su blog "Paisajes Ciclistas" nos cuenta e ilustra sus largas aventuras en bicicleta por los puertos del Alto Aragón, por los del resto del país y por Francia. Todo esto hasta ahora porque los planes a futuro le pueden llevar a descubrir nuevos países. Seguid leyendo, que la entrevista merece mucho la pena...


  

Para empezar vayamos directos al grano, ¿Qué es el ciclismo de ultra distancia? ¿A partir de qué punto nos adentramos en esta especialidad?

Empiezo puntualizando que lo que ahora se llama ciclismo de ultra distancia no deja de ser el ciclismo en su concepción original. Por ejemplo, la París-Brest-París (1.200 Km) se hizo por primera vez en 1.891 y el vencedor tardó 72 horas en completar la carrera que, para las condiciones y medios de la época, fue una proeza.

Para mí, respetando aquellos comienzos, este ciclismo es aquel que tiene un componente de aventura, de incertidumbre y que te exige solucionar dificultades inimaginables al principio de la ruta. Tiene ese punto de emoción, de enfrentarse a lo desconocido, de no saber tan siquiera si podrás terminar con éxito.

Y eso, en mi opinión, solo se produce cuando se combinan adecuadamente la dureza (distancia, desnivel y factores atmosféricos) y el tiempo disponible. Por ejemplo, hacer un recorrido de 2.000 Km en cómodas etapas diurnas sería cicloturismo, pero completarlo a base de noches en vela y grandes sacrificios sería ciclismo de ultra distancia.

Como “suelo” pondría, al menos, hacer más de 24 horas sin dormir.


Tengo curiosidad por saber cómo se llega a él, porque claro, nadie empieza en el ciclismo haciendo salidas de varios cientos de kms…

En mi caso poco a poco. Ya desde pequeño, con 9 años, hice con mi padre un Larués-Jaca-Larués (60 Km) y a partir de los 11 años acostumbraba, con mis amigos y mi hermano, a hacer rutas de 80 Km. Las hacíamos sin ningún tipo de preparación, sin móvil (que no los había en aquella época), un par de bocadillos y con apenas cien pesetas en el bolsillo, eran auténticas aventuras. Eso sí que era ciclismo de ultra distancia.

Luego seguí con la afición aunque no empecé a coger la bici con regularidad hasta los 28 años (2009). En 2011 hice la Marmotte (176 Km) y después afronté el Tour del Montblanc (330 Km y 8.000 mts de desnivel). Al año siguiente, 2013, hice mi primer 600 en 28 horas del tirón. Luego vinieron la brevet 1.000 Km de Zaragoza, París-Brest-París (1.200 Km) y otras pruebas similares. En 2018 di otro salto con un reto personal de 1.600 Km en menos de 4 días. En 2019 avancé todavía más con la Race Across France (2.650 Km en 7 días y 20 horas) y este he completado la Ultimate Pyrennes Pursuit (2.750 Km y 66.000 metros de desnivel, en Otoño, en 11 días y 5 horas).

Así que, como mi respuesta, ha sido un camino largo...


¿Cómo se entrena, o más bien, cómo se desarrolla la capacidad de poder acometer semejantes distancias y desniveles?

A parte de con muchas horas en la carretera (los últimos años he superado los 20.000 Km y este voy ya por 21.700) con curiosidad, buscando siempre un desafío mayor y, aunque con prudencia, arriesgando en determinados momentos. ¿Hasta dónde quiero llegar? es una cuestión que conviene plantearse. Y, entonces, hay que buscar el camino para llegar hasta allí, hay que atreverse con cosas nuevas, explorar los límites y, en base a la experiencia, buscar puntos de mejora. Es un proceso de aprendizaje continuo, la capacidad de aguantar estos retos se construye desde el deseo y la experiencia.


Lo más difícil de recuperar es siempre la capacidad de sufrimiento que requiere esta disciplina


Tantas horas sobre la bicicleta ponen a prueba a cualquier cuerpo pero que sufre más, ¿Las piernas o la cabeza?

Bueno, lo primero que debo decir es que en estas pruebas tan largas y duras las piernas son lo de menos. No es como en una cicloturista donde los calambres podrían ser el hándicap estrella. Aquí te duelen las plantas de los pies, las muñecas, las manos, el cuello, el culo,…creo que cada año descubro una molestia nueva…Y no solo eso, para mí hay algo más difícil de sobrellevar y es la sensación de suciedad. Por ejemplo, en la Race Across France, en verano, solo pude ducharme dos veces en los 2.650 Km.

Aunque estas penalidades no son nada comparadas con las que acontecen cuando falla “la cabeza”. A mí, cuando la falta de sueño me pasa factura (por ejemplo, con cuarenta horas sin dormir o habiendo dormido dos o cuatro horas en más de dos días) percibo el tiempo de una manera más lenta y siento cada minuto como si fuesen veinte. Esos momentos son muy duros porque tienes la sensación de que acabar lo que estés haciendo te va a llevar una eternidad.


Cómo es el proceso de recuperación tras salidas de varios cientos de kilómetros?

Depende. Ahora, con el bagaje que tengo, de las rutas de un día o día y medio recupero bien y en unos días estoy listo para otro reto. Sin embargo, si hablamos de rutas de varios días, el proceso de recuperación es lento y me lleva varias semanas. Por ejemplo, después de la Race Across France (cerca de 8 días) o la Ultimate Pyrenees Pursuit (11 días) tardé 3 semanas en poder hacer rutas de 200 Km porque ni física ni, sobre todo, mentalmente tenía capacidad de aguantarlas. En este sentido, lo más difícil de recuperar es siempre la capacidad de sufrimiento que requiere esta disciplina. Hay que saber rebajar el nivel de auto exigencia durante un tiempo.


Vivir en lugar como Larués, pequeño, alejado de ciudades y muy próximo al Pirineo, ¿Influye en tu acercamiento a la larga distancia?

Mi pueblo Influyó, de una manera decisiva, en mi infancia, como he comentado antes. También el año anterior, que estuve allí teletrabajando, fue vital porque en las grandes ciudades tenían más restricciones a la movilidad. Pero, en general, creo que vivir en un pueblo (ahora vivo en Villanueva de Gállego que también es un pueblo) es una gran ventaja para la práctica del ciclismo en cualquiera de sus modalidades aunque también es cierto que la gente se adapta a todo…


¿Cómo planificas tus salidas desde Larués? Me refiero a distancia, recorrido, horarios…

Planear el itinerario solo lo hago en las grandes ocasiones. Entonces pienso en qué lugares quiero visitar y voy trazando el recorrido. Sueldo diseñar etapas “simbólicas” como una en la que enlacé, entre otros, Aubisque, Tourmalet y Larrau con los pequeños puertos de mi casa (Cuatro Caminos y Bagüés) porque quería juntar los puertos míticos del Tour con estos lugares especiales para mí. En otras ocasiones he trazado vueltas al Prepirineo (rutas de entre 500 y 600 Km), al Pirineo oscense y en una ocasión fui al Atlántico, que es como llevar el mar a mi pueblo.

La hora de salida la hago en función del recorrido. Pongo los kilómetros en una Excel y el tiempo estimado en que llegaré a los puntos clave. Después determino la hora de salida para minimizar riesgos por la noche (evitando carreteras en mal estado, paso por ciudades, o lo que sea) y pillar abierto algún bar-restaurante para la hora de la cena y lo antes posible después del amanecer. Aunque a veces no es posible cumplir todas estas exigencias.


Combinas el ciclismo de carretera con montaña y gravel, ¿Sientes esa necesidad o más que nada es la forma de poder descubrir nuevos rincones a los que no se puede acceder por carretera?

Un poco de todo. Por aquí tenemos puertos increíbles que están sin asfaltar y renunciar a ellos sería impensable. Por otro lado la gravel me da mucha libertad para rodar de noche porque puedo aventurarme con seguridad por carreteras con muy mal asfalto.


Tengo 40 años y voy cien veces mejor que cuando tenía 20


Como buen conocedor de la geografía altoaragonesa, ¿Qué puertos de nuestra provincia recomiendas?

Recomendaría cualquiera de los que tienes en tu magnífica web y alguno más… Pero voy a poner tres imprescindibles en cada modalidad. Asfaltados, el Refugio de Lizara (Aragüés del Puerto), Serrablo (por la vertiente de Las Bellostas) y Cerler-Ampríu (Benasque). Sin asfaltar, la Collada del Capitán (por Agüero o Villalangua), Miradores de Ordesa (por Torla o Escalona) y Las Blancas-Refugio López Huici (por Villanúa o Borau).


¿Cuántos años más te ves con fuerzas (y tiempo) para seguir con estas actividades?

En cuanto al tiempo, venga que lo venga, y mientras haya salud, me adaptaré a base de imaginación y, sobre todo, sacrificio, como he hecho en otras ocasiones. Por ejemplo, en el 2019, para pagarme la Race Across France, tuve que pluriemplearme dos meses en primavera, en el momento clave de la preparación, y durante un año, entre el 2019 y 2020, compatibilicé dos trabajos (unas 60 horas a la semana) con un máster presencial. Y fui capaz de sobreponerme y seguir haciendo rutas largas. Salvo casos extremos el tiempo no es una excusa.

En cuanto a la edad. Tengo 40 años y voy cien veces mejor que cuando tenía 20. Este deporte, al no ser explosivo, es muy agradecido. Salvo desgracia me veo muchos años en esto porque me quedan muchos desafíos pendientes. Todavía estoy en el punto en que solo sé que no sé nada.


Has participado en varias pruebas de ultrafondo, la última de ellas la brutal Ultimate Pyrenees Pursuit de 2.750 kms y 66.000 metros de desnivel positivo con un límite de 11 días y medio ¿Cómo se completa semejante reto en autosuficiencia?

Con paciencia, dosificando, con optimismo y sabiendo discernir el momento de arriesgar y el momento de ser cauto y descansar, quizá esto último sea la clave. Aunque también hay que tener algo de suerte con las averías mecánicas.


Samuel en el Col du Portet (Ultimate Pyrenees Pursuit)


¿Qué prueba de las que has hecho te ha parecido la más dura, o la que a ti se te hizo más dura por el motivo que fuera?

La Race Across France. Enfermé en los Alpes y al kilómetro 1.000 llegué desecho y con la amenaza del fuera de control.


A buen seguro tendrás muchas y variadas anécdotas de tus muchas salidas, ¿Nos puedes contar una?

En la primera noche que hice íbamos cinco corredores y paramos en Rincón del Soto (La Rioja) sobre las dos de la mañana para buscar un lugar donde sellar la hoja de ruta (obligatorio para que nos diesen la prueba por completada). Encontramos un bar de marcha y entramos en el momento en que un compañero se puso malo y empezó a vomitar en la calle. El caso es que la gente se pensaba que estábamos disfrazados y de despedida de soltero. Al final no tenían sello pero una parroquiana, que debía ser concejal, supongo que flipando, nos llevó hasta el Ayuntamiento y nos selló la hoja de ruta.


Qué llevas contigo en tus largas salidas? Me refiero a herramientas, ropa, alimentación, luces…

A parte de lo habitual (bomba de hinchar, llaves allen y chubasquero) mucha ropa de abrigo (guantes, perneras, camiseta térmica, gorro y braga), chaleco reflectante, dos luces delanteras (una de repuesto, por si acaso), una cubierta, cuatro cámaras de repuesto, batería para el móvil y unas barritas para la noche. En la Ultimate añadí una manta térmica y un cepillo de dientes.


Tengo curiosidad por saber qué proyectos tienes en mente para estos próximos años, lo digo porque claro, me imagino que hablando de tan importantes actividades habrá que planificarlas con tiempo

Tengo una prueba marcada entre ceja y ceja: The Race Across Europe (4.700 Km). En cuanto pueda cogerme tres semanas de vacaciones seguidas iré de cabeza, ¡ojalá fuese este 2.022! A parte de este proyecto, me gustaría hacer “algo gordo” por el centro de Europa (aunque fuese por mi cuenta) y, más adelante, con más experiencia, hacer alguna prueba en otro continente. También hay pruebas de larga distancia para la BTT que me seducen pero requieren un proceso de adaptación a la disciplina y aún me veo verde. Pero bueno, poco a poco y siempre en función de las vacaciones que pueda cogerme.


Alguien como tú, con una visión digamos más clásica del ciclismo, ¿Qué piensa de la deriva que está tomando el ciclismo profesional con etapas de montaña que cada vez presentan menos kilometraje?

Me da pena porque en los 90 me gustaba ver las carreras, que eran largas y exigentes y pasaban mil cosas (recuerdo especialmente el Giro del 94 con aquel duelo entre Induráin y Berzin, y con Pantani de por medio). Ahora no lo sigo y he perdido ese entretenimiento.


Ya para finalizar, si alguien que nos está leyendo y se le despierta el interés por la ultra distancia, ¿Qué consejos le darías para empezar y progresar?

Como cada persona es un mundo y no hay recetas universales, ni verdades absolutas, le aconsejaría solo tres cosas: La primera, que pase más tiempo en la carretera cogiendo experiencia, probándose, aprendiendo y menos viendo vídeos en You Tube o leyendo sobre cómo preparar una prueba de larga distancia. La segunda, que se anime a hacer alguna brevet (pruebas en autosuficiencia de entre 200 y 2.000 Km) donde compartirá la ruta con todo tipo de ciclistas (en Aragón las organizan el Club Ciclista Oscense y el Club Ciclista Aragonés, aprovecho ahora para alabar su magnífica labor). La última, que cuando se enfrente a su primera noche no lo haga solo.


Muchas gracias por tu tiempo y por dar a conocer mejor el ciclismo de ultra distancia. Suerte en tus próximos proyectos, los seguiremos a través de tu blog Paisajes Ciclistas

Gracias a ti por interesarte por esta especialidad, nos vemos por la carretera!!


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