Seré directo y sincero, invertir en ciclismo es rentable. A quien no esté familiarizado con este deporte entiendo que no pueda llegar a entenderlo, pero si ha seguido este fin de semana el paso de la Vuelta por el Alto Aragón, ya sea por televisión o a pie de carretera, seguramente vea con otros ojos lo mucho que rodea a este bello deporte. El ciclismo no es sólo un grupo de tipos finos que los ves pasar en un momento y generan molestias por el cierre de carreteras. Es un deporte que sobre todo genera una importante actividad económica allí por donde pasa, y se convierte en una de las mejores plataformas promocionales que puede llegar a tener cualquier territorio. Horas de televisión mostrando lo mejor de ti. Redes sociales que echan humo. Un imán para los turistas. Los que te conocen reafirman sus buenas sensaciones, los que no te descubren y te visitarán.


Monte Perdido y Cañón de Añisclo

Se ha podido comprobar a lo largo de este fin de semana con las dos etapas que se han desarrollado íntegramente por la provincia oscense. Nosotros hemos puesto el paisaje y RTVE ha hecho el resto. Las imágenes que desde los helicópteros se ofrecían han abierto muchos ojos ya no sólo en España sino en la gran cantidad de países, cerca de los 200, en los que se retransmite la Vuelta. Espectaculares, incluso para los que los tenemos muy vistos, han sido los planos del Cañón de Añisclo, Ordesa, Monte Perdido, el Valle de Tena y un largo etcétera de bellos parajes que hemos podido disfrutar a vista de pájaro. Además el ciclismo tiene el añadido de llegar hasta el último de los rincones. El único deporte capaz de poner en el mapa al último pueblo de los confines del mundo rural. El aficionado al ciclismo relaciona Pirineo con Tourmalet, Aubisque... vamos, con lo francés. Pues ofrezcamos lo nuestro, que además lo tenemos al lado y son compatibles. 


No sé si somos del todo conscientes, creo que la mayoría no, del potencial turístico relacionado con el ciclismo que tenemos en nuestra tierra. Harían bien las instituciones en tratar con mimo todo lo que rodea al ciclismo, ya no sólo en lo referente a la competición profesional, sino al cuidado de los detalles y la promoción (además de las carreteras) a lo largo del año para que esta actividad económica que es el ciclismo, en todas sus variantes, se convierta en un pilar más de nuestro ahora dañado sector terciario. Pero si como elemento principal por la repercusión que tiene señalamos a la competición profesional, se debería de trabajar junto con los organizadores en ofrecer nuevas y originales alternativas a lo visto hasta ahora en nuestro Pirineo. El descubrimiento para la competición de Fanlo es sólo un ejemplo de los varios rincones de nuestras montañas con potencial suficiente para entrar de lleno en el mediático mundo del ciclismo. Es cuestión de tomárselo en serio y con atrevimiento. Como los ciclistas. 

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